03 junio 2005

La casa por la ventana

La cantidad de pasta que se tira en cartelería y puesta en escena roza lo inmoral. Hay quien critica a la Iglesia porque anima a los fieles a que le recen a un trozo de madera, a un retrato de cartón o a una piel resesa de la pilila de un santo. Pero estos, en el fondo, hacen lo mismo: te ponen delante una foto para que la idolatres y le supliques. Pero, igual que le pasa a la Iglesia, los iconos sólo sirven para canalizar toda tu energía y desviarla directamente al cubo de la basura, de Dios o del partido. Pero hasta que se invente una especie de política protestante que prohíba las imágenes, hay que aguantarse. Puedes leer algo sobre cartelería aquí